miércoles, 1 de febrero de 2012

Tener un cachorro en casa, Parte II


Antes de que el nuevo miembro de la familia llegue a casa es recomendable realizar algunos preparativos. El primer paso es decidir dónde va a dormir, para lo cual hay que tener en cuenta varios factores:


- Vacunas. Todos los perros deben estar correctamente vacunados y desparasitados para que su salud no corra peligro, por lo que es de vital importancia que a la hora de ir a por el cachorro solicitéis que os entreguen su cartilla con las pegatinas de las vacunas correspondientes. En caso de que le falte alguna o que no os puedan garantizar que el perro haya recibido todos los medicamentos necesarios, lo mejor es que hagáis una visita a vuestro veterinario para que le realice una revisión completa y os proporcione un calendario de vacunaciones y desparasitaciones.


En caso de que el perro no tenga todas las vacunas, significa que es más vulnerable a enfermedades graves como el moquillo o la parvovirosis, entre otras (hablaré de ellas con mayor detalle en un próximo Post), por eso es tan importante que no salga a la calle durante este período y que el lugar que vayáis a preparar para él esté bien resguardado y desinfectado.


- Hasta que el cachorro pueda salir al exterior y aprenda a hacer sus necesidades fuera de casa, inevitablemente las hará dentro. Por este motivo, recomiendo buscar para él un recinto bien acotado - una habitación pequeña, por ejemplo - y evitar el parqué siempre que sea posible. 


Durante esta etapa los periódicos viejos serán, probablemente, vuestros mejores aliados. Los perros no hacen sus necesidades donde comen o duermen, por lo que recomiendo poner un par de hojas de periódico en una zona del recinto algo apartada.


- Otra máxima infalible: los cachorros mordisquean e intentan comerse todo lo que encuentran a su alrededor. Por tanto, hay que procurar no dejar a su alcance nada que puedan romper o ser perjudicial para ellos. 


Cooper en su transportín, perfecto para salir
a la calle antes de tener todas las vacunas.
Mi consejo: cubrid con cartones las puertas - y los muebles, si los hay - hasta la altura del perro puesto de pie, os evitaréis más de un disgusto. Y mucho cuidado con dejarse olvidado el cubo de la fregona - otro de vuestros aliados durante esta etapa -, porque intentará beberse el agua sucia y los productos de limpieza que hayáis utilizado - especialmente la lejía - pueden intoxicarle hasta el punto de causarle la muerte. 


- Una vez preparado el recinto, el último paso es acondicionar un sitio para dormir. Las primeras semanas, Cooper pasó las noches en una caja grande con varias toallas viejas dentro para que no tuviese frío, pero si decidís comprarle una cama os aconsejo que sea una fácil de lavar, ya que con toda probabilidad se hará pis en ella con bastante frecuencia.


Antes de despedirme por hoy, una última recomendación: conseguid un transportín. Os será muy útil para sacarlo de casa mientras no esté vacunado sin exponerle a las enfermedades anteriormente mencionadas. En mi caso elegí uno de tela por el mismo motivo que lo hice al comprar su primera cama: es más fácil de lavar, y más difícil que el perro resbale.


¡No olvidéis comentar si os apetece compartir alguno de vuestros consejos caninos o si tenéis alguna pregunta!

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